jueves, 4 de noviembre de 2010

VIVIR AL LIMITE


 Título original: The Hurt Locker
Traducción: Vivir al limite
Dirección: Kathryn Bigelow
Guión: Mark Boal

Elenco: Jeremy Renner, Anthony Mackie, Brian Geraghty
Guy Pearce, Ralph Fiennes, David Morse, Evangeline Lilly

País: USA
Año: 2008
Duración: 131 min.
Genero: Drama

Vivir al limite es un intenso retrato de los soldados de élite que tienen uno de los trabajos más peligrosos del mundo: desarmar bombas durante el combate.



Cuando un nuevo sargento, James (Jeremy Renner), debe hacerse cargo de un prestigioso equipo de hombres entrenados para desarmar bombas.
La unidad será protagonista de un violento conflicto, cuando sus dos subordinados Sanborn y Eldridge (Anthony Mackie y Brian Geraghty) se involucran en un peligroso juego de guerra. James se comporta indiferente frente a la muerte. Mientras los hombres intentan quitarle el control a su nuevo líder, la ciudad explota en un caos, y James revela su verdadera personalidad en un modo que cambiará a sus hombres para siempre.
"funete de información: ENEC, amor por el cine"

1 comentario:

DVDFILO dijo...

Vivir al límite desde su introducción y desarrollo se mueve en el ámbito de las tensiones psicológicas que provoca la guerra, en mezcla con conflicto morales individuales. Con esos dos focos en mente, más un foco de cámara escurridizo con el fin de imprimir realismo a modo de documental, que a ratos genera cierto estrés visual al que el espectador termina por acostumbrarse, la cinta nos lleva por una serie de situaciones en que el protagonista expone su vida desactivando bombas de diversas características y en diferentes circunstancias.

El filme logra mantener al espectador atento en espera de la conclusión cuyo desenlace deja ver sus destellos, tras casi dos horas, en el dialogo, que prácticamente es el primero, entre el héroe y su inferior jerárquico; éste último, manifiesta su miedo a morir, miedo que durante el desarrollo estuvo semi-camuflado bajo la idea de prudencia, a modo de pregunta clave le consulta al técnico en bombas: cómo es que hace para desafiar al miedo, la respuesta a esta interrogante en suspenso no se deja esperar y se desarrolla a través de la última escena: “el héroe ya en casa y en la tranquilidad de su hogar le hace saber a su hijo que de adulto se aman sólo una par de cosas, él sólo ama una”. Tras esas palabras, se nos muestra la imagen final: al militar, record en cantidad de bombas desactivadas, desembarcando por un año más en el campo enemigo, con un entusiasmo casi patológico, dispuesto a cumplir con lo que "ama" , desactivar bombas a riego de su vida.

Acompaña a la imagen, recién descrita, su respectivo soundtrack, de compás machacante, de clímax rítmico en ebullición ascendente, típica melodía apta para el “héroe”.

Volviendo al tema del riesgo y no miedo al miedo, con el fin de liberarse del mero morbo masoquista, se nos ofrece una respuesta que cierra la posibilidad descubrir cierta patología emocional en el protagonista, dentro de la escena final se esgrime una especie de justificación ética: el riego asumido no se debe por amor al mero riesgo, no es un fin en si mismo, sino que atiende a un "bien” mayor: la posibilidad de salvar otras vidas.

El último punto, que a mi juicio debe considerarse, es que tras conocer el dato de dos años de investigación periodística para lograr este trabajo fílmico, surge la siguiente paradoja, claramente existe un intento de imprimir un sello “realista” a la situación de guerra, pero se termina valorando la “ficción” del súper hombre temerario (súper héroe), tan característico de producciones de acción, valoración que por otra parte dulcifica la guerra, la invasión y la dominación con argumentos éticos simplistas encarnados como ideal en un individuo de supuesta y camuflada elevada moral. Lo curioso es que la vida resulta tan valorada al punto que se hace la guerra, esquizofrenia que no puede sino dejar esta obra en el mero plano “ficticio”, privado e individual, lejos de una crítica consistente a las estructuras de poder que crean las guerras y del análisis a los sujetos socio-colectivos que se ven forzados a vivir sus consecuencias.

Lamentablemente no puedo dejar de ver en el "AMOR" por el bien mayor una dulce mistificación de la ideología colonialista vigente en la guerra en cuestión. En todo caso la película puede mostrarnos el “lavatorio de Pilato” con el que se limpian las manos y conciencia aquellas naciones que invaden a otras.

Aun así es una película que vale la pena ver y juzgar por uno mismo.